Numerosos estudios han demostrado que la falta de ejercicio físico es el cuarto factor de riesgo de mortalidad global, causando el 5,5% de las muertes en el mundo (y hasta el 10% en Europa). 

Se trata del factor conductual más importante para las principales causas de las enfermedades no transmisibles. Así, se le atribuyen al menos el 10% de enfermedades cardiovasculares, el 7% de diabetes tipo 2, el 10% del cáncer de mama y cáncer de colon y el 9% de mortalidad prematura.

Y es que, en la mayor parte del mundo, los niveles de actividad física son insuficientes para una salud óptima. Desde la segunda mitad del siglo XX, los modos de vida sedentarios se volvieron comunes en los países de altos ingresos y, posteriormente, se han ido generalizando en la mayoría de las poblaciones de todo el mundo.

Sin embargo, podemos ser optimistas, porque al tratarse de un factor de riesgo conductual, podemos actuar sobre el mismo de un modo positivo: se ha demostrado que con solo 30 minutos de actividad física diaria se pueden evitar una de cada 12 muertes prematuras. 

Una nueva salud está en nuestras manos. ¿Nos movemos para conseguirlo?