En la agitada realidad de hoy en día, el estrés emocional se ha convertido en un compañero constante para muchas personas. Ya sea debido a las presiones laborales, las preocupaciones financieras, las relaciones personales o simplemente la intensidad de la vida moderna, puede manifestarse en nuestras vidas de una manera u otra. Y es que puede afectar no solo a nuestra salud mental, sino también a nuestro bienestar físico y nuestras relaciones interpersonales.
Si actualmente es tu caso, es importante que sepas que tienes la capacidad de abordar esta situación desde una perspectiva más constructiva. Como señalaba el renombrado psicoterapeuta Viktor Frankl: «Todo se puede arrebatar a un hombre, menos una cosa: la última de las libertades humanas, la elección de la actitud personal que debe adoptar ante un conjunto de circunstancias, para decidir su propio camino.«. En este contexto, exploraremos qué tipos de estrés emocional existen, cuáles son sus síntomas, y cómo combatirlos.
Contenido
Niveles de estrés emocional
Cierto nivel de estrés emocional es fundamental y cumple un papel importante en nuestra capacidad para adaptarnos a situaciones de riesgo. Nuestro nivel de alerta y reacción suele corresponderse con la percepción del peligro que experimentamos. Aquí te explico los diversos niveles en los que podemos experimentarlo:
-
Estrés agudo
Es el más común y generalizado. Se produce en respuesta a situaciones o eventos específicos y suele ser de corta duración. Por ejemplo, enfrentar una fecha límite en el trabajo, realizar una presentación importante o enfrentar una discusión puntual en una relación. Activa la respuesta de lucha o huida del cuerpo, lo que puede ser útil para afrontar situaciones de emergencia o desafíos temporales. Una vez que la situación estresante pasa o se resuelve, los niveles de estrés tienden a disminuir.
-
Estrés agudo episódico
Es experimentado por personas que tienden a enfrentar situaciones estresantes con frecuencia, que a menudo se preocupan mucho y que pueden sentirse abrumadas por los acontecimientos en sus vidas. Puede estar relacionado con un patrón de vida caracterizado por eventos estresantes. Por ejemplo, alguien que se siente constantemente presionado por el trabajo podría experimentar esta clase de estrés emocional. Puede aumentar el riesgo de problemas de salud a largo plazo, como enfermedades cardíacas o de salud mental.
-
Estrés crónico
Es de larga duración y continuo. Puede estar relacionado con factores persistentes en la vida de una persona, como problemas laborales crónicos, relaciones interpersonales difíciles, preocupaciones financieras prolongadas o una carga constante de responsabilidades. Puede tener efectos significativos en la salud física y mental, ya que el cuerpo y la mente están sometidos a una presión constante. Puede dar lugar a enfermedades autoinmunitarias, trastornos del estado de ánimo, ansiedad, problemas digestivos y fatiga crónica.
Estrés emocional: Síntomas
Para reconocer lo que está sucediendo en nuestro interior y determinar si estamos experimentando síntomas de estrés emocional, es importante prestar atención a las señales y alarmas que nuestro cuerpo nos envía para indicarnos que estamos lidiando con este tipo de tensión.
Síntomas físicos del estrés emocional
Nuestro cuerpo reacciona enviando señales de alarma a través de la somatización. Algunas de las más comunes incluyen fatiga inusual o cansancio, dolores de cabeza, problemas gastrointestinales, debilidad en el sistema inmunológico, mareos, sensación de presión o molestia en el pecho y dificultad para respirar.
Alarmas emocionales del estrés
Otros síntomas de estrés emocional tienen que ver con la pérdida de interés en lo que antes nos resultaba gratificantes, un estado de ánimo bajo, irritabilidad frecuente, falta de motivación y deseo, reducción de la libido y el interés sexual, sensación de miedo y preocupación y pensamientos negativos e irracionales.
¿Cómo superar el estrés emocional?
No puedes transformar tu vida de la noche a la mañana para combatir el estrés emocional, pero sí puedes aplicar estos consejos. Este proceso implica conocerse a uno mismo y cuidarse, y puedes llevarlo a cabo sin presiones. Te animo a seleccionar los consejos que te resulten más adecuados y a personalizarlos según tus necesidades.
Reconoce qué te genera estrés
Toma consciencia de las situaciones que te hacen sentir incómodo o que generan malestar. Así puedes tomar mayor control sobre ellas y aprender más sobre ti mismo y tu situación. Pregúntate qué necesitas en esos momentos y elabora un plan de autocuidado.
Por ejemplo, podría ser útil hacer una lista de tus respuestas habituales cuando sientes presión, como posponer tareas o comer en exceso, y luego identificar formas más saludables de afrontar esas situaciones. Este proceso te ayudará a controlar el estrés emocional y a cuidarte a ti mismo de manera más efectiva.
Reduce el ritmo si lo necesitas
Permítete un momento para observar tu vida, revisar tu rutina diaria y escucharte sin sentir presiones. No te culpes si no te sientes bien, somos seres humanos y experimentamos momentos de sufrimiento, por lo que no menosprecies tus emociones.
Así pues, ten en cuenta que el estrés surge cuando las demandas en tu vida superan tus recursos internos. Es fundamental priorizar y definir lo que es urgente, lo que es importante y lo que es innecesario. Aprender a delegar es clave, así como ser tolerante, flexible y adoptar una mentalidad que valore la tranquilidad.
Cuídate siendo tu prioridad
Debes considerar también la necesidad de moderar las demandas externas y las presiones internas, mientras buscas fortalecer y desarrollar tus recursos internos para hacer frente a la rigurosa competición que a menudo caracteriza la vida. Estos hábitos pueden resultar beneficiosos al priorizarte:
Mantener una alimentación saludable, incorporar la actividad física en la rutina diaria, velar por la calidad y suficiencia del descanso nocturno, reservar un tiempo diario para actividades que nutran tu vitalidad, compartir momentos en compañía de individuos con una actitud positiva, reconectar con tu propósito de vida…
Intenta meditar a diario
Una de las causas del estrés emocional crónico reside en la desconexión de nuestra naturaleza interna y el abandono del proceso de autoconocimiento. Y es que tendemos a transitar por la vida de manera insensible hasta que el estrés nos impulsa a reaccionar y tomar conciencia de nuestra situación.
Así pues, es fundamental adoptar prácticas que fomenten el autoconocimiento, para facilitar una vida caracterizada por la sabiduría, la serenidad y la coherencia. Dedicar treinta minutos diarios a la meditación para mantener una conexión constante con nuestro yo interior, puede ofrecer tranquilidad y orientación en momentos de desafío.
Ahora ya sabes qué es el estrés emocional y que es una realidad a la que todos nos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas. No obstante, existen estrategias y herramientas disponibles para gestionarlo de manera efectiva, y es que cada uno de nosotros tiene la capacidad de abordar esta situación para superarla.