¿Sabías que la leche materna se adapta a las necesidades del bebé en cada momento?
Puede pasar por 4 etapas:
- Cuando ha habido un parto prematuro, se produce la leche de pretérmino, que contiene mayor cantidad de proteína, calcio y hierro y menor cantidad de lactosa.
- En los 4 primeros días tras el parto, se segrega el calostro, un liquido amarillento rico en proteínas, vitaminas liposolubles (A,D,K,E) y minerales, que actúa como un laxante suave, preparando el aparato digestivo del bebé y proporcionándole anticuerpos.
- Del 4º al 10º día, la leche de transición, que tiene un mayor contenido en grasa, lactosa y vitaminas hidrosolubles, suministrando más calorías al recién nacido.
- Y, finalmente, la leche madura, que aporta al niño todas las sustancias nutritivas y las calorías que éste requiere en los primeros meses de vida.
Pero, además, la composición de la leche materna se adapta al momento del día (no es la misma la que se produce por el día que por la noche) o incluso a la temperatura exterior (en los días más calurosos se vuelve más aguada para evitar la deshidratación del bebé). Cuando el pequeño está malito, los receptores de la glándula mamaria son capaces de detectar la presencia de agentes patógenos, obligando al cuerpo de la madre a producir anticuerpos para luchar contra la infección. Por eso, especialmente en el caso de los niños prematuros, se habla de la leche materna como alimento y medicamento.
Como ves, la leche materna constituye el alimento idóneo para el bebé en cualquier etapa… ¡no existe un producto igual en la naturaleza!